Donar sangre con tatuajes
Es el tema de siempre, la misma pregunta… ¿es posible donar sangre si llevas tatuajes?
En el artículo de hoy, lo vamos a resolver. Vamos a aclarar la famosa y temida cuestión y lo aclararemos para que sepas qué hay de verdad en todo estoy qué es mentira. ¡Venga entremos en materia!

¿Se puede donar sangre con tatuajes?
Donar sangre es un acto solidario que no cuesta nada llevar a cabo y que, sin embargo, puede salvar vidas. Pero no todas las personas cumplen los requisitos para poder hacer una donación y una de las dudas frecuentes a este respecto es si se puede donar sangre con tatuajes.
¿No se puede donar nunca si se tiene tatuajes?
Esta creencia está muy extendida. A pesar de que hoy en día se tienen muchos más conocimientos sobre los tatuajes que hace un par de décadas, todavía son muchas las personas que afirman que si alguien se realiza un tatuaje no podrá volver a donar sangre nunca más. Pero esto es falso.
Esta creencia no está amparada en ninguna evidencia médica o científica, sino que tiene su origen en el rechazo de ciertos sectores hacia personas que deciden decorar su piel con el tradicional arte del tatuaje. Asimilando el tener tatuajes con llevar una vida desordenada y de abusos, cuando la realidad demuestra que no es así. Hoy en día personas de todo tipo y condición lucen tatuajes sin ningún tipo de problema.
Requisitos para ser donante de sangre
Según la Cruz Roja, para poder hacer una donación de sangre hay que cumplir todos y cada uno de los siguientes requisitos:
– Tener entre 18 y 65 años.
– Pesar más de 50 kilos y tener un Índice de Masa Corporal (IMC) que esté por encima de 19.
– Deben haber transcurrido al menos cuatro meses desde la última donación.
– No haberse sometido a ningún tratamiento odontológico en un plazo de siete días.
– Estar libre de infecciones y no estar en tratamiento con antibióticos, antivirales o antiparasitarios.
– No padecer ni haber padecido: cáncer, enfermedades del corazón, enfermedades que afecten a los pulmones, enfermedad de Chagas, leishmaniasis, malaria o paludismo.
– No haber padecido enfermedades de transmisión sexual ni sospechar que se puede ser portador de alguna de ellas.
– No haber pasado por una cirugía, una transfusión de sangre o haberse realizado un tatuaje o un piercing en los últimos 12 meses.
El mito de la tinta en la sangre
Sobre los tatuajes se ha dicho y escrito prácticamente de todo. Hay quienes señalan que la razón por la que no se puede donar sangre después de hacerse un tatuaje es que la tinta está en la sangre. Pues bien, esto no es cierto.
La tinta que se aplica en la dermis se queda ahí, no llega al torrente sanguíneo. Es decir, que una persona que tiene uno o varios tatuajes no tiene restos de tinta en su sangre.
La verdadera razón por la que no se puede donar sangre en los meses siguientes a hacerse un tatuaje se va a exponer a continuación.
¿Por qué hay que esperar un tiempo tras el tatuaje para donar?
La razón de esta prohibición es que el tatuaje, al fin y al cabo, no es más que una herida que llega hasta la zona de la dermis en la que se inyecta tinta con una aguja. Por ello, siempre existe el riesgo de una posible infección sanguínea de VIH o Hepatitis.
Este mismo riesgo existe en otros procedimientos como al hacerse un piercing o al someterse a un tratamiento de acupuntura. Por eso, los tiempos de espera antes de donar son los mismos en todos estos casos.
¿Por qué es necesario esperar tanto tiempo?
No todas las enfermedades son iguales. Mientras que el VIH puede ser detectado pasadas unas pocas semanas desde la infección, en el caso de la Hepatitis pueden transcurrir meses hasta que la enfermedad sea detectable.
A ello hay que sumar que muchas veces estas enfermedades en sus primeros estadios no muestran síntomas. Esto hace posible que una persona esté infectada y no lo sepa.
La razón de tener que esperar 12 meses es poder descartar totalmente que pueda haberse producido una infección sanguínea.
El análisis de la sangre donada
Descartando a ciertas personas como los recién tatuados, lo que se intenta es cribar al máximo a los donantes que pueden suponer un cierto riesgo.
Pero lo anterior no implica que la sangre que se dona no sea analizada, ni mucho menos. Toda la sangre que se dona pasa por una serie de análisis para garantizar que está libre de Hepatitis vírica (tipos B y C), Sida, Sífilis, la enfermedad de Changas y otras enfermedades víricas concretas como el virus del Oeste del Nilo. Solo una vez que ha quedado acreditado que la sangre está en buenas condiciones se considera apta para una transfusión.
¿Dónde informarse sobre si se puede donar sangre con tatuajes?
En torno al mundo de los tatuajes y los piercings siempre han existido muchos mitos que, afortunadamente, van desapareciendo poco a poco. Sin embargo, siempre es posible encontrar a alguien que cree saber algo que no tiene necesariamente que ser cierto.
Muchas veces la información que se tiene es sesgada o incorrecta. Por eso, en caso de duda, lo mejor es acudir directamente a fuentes fiables. Si alguien quiere donar sangre y no está seguro de cumplir los requisitos, lo mejor es que lo consulte directamente con su médico, en el centro de donaciones de su hospital de referencia o a Cruz Roja.
Cualquiera de estas entidades pueden dar al interesado toda la información que necesita para saber si es apto para donar. Es importante tener este factor en cuenta, puesto que en algunos casos, además de haber pasado un año desde la realización del tatuaje, se pide al donante que presente un documento que acredite que no tiene ninguna infección sanguínea.
No obstante, este último requisito es poco habitual. Tal y como se ha señalado antes, toda la sangre que se dona es analizada. Por lo que en caso de existir algún tipo de infección de la misma será detectada en esa inspección. Descartándose entonces la sangre infectada y avisando al donante para que acuda a su médico lo antes posible.
La importancia de minimizar riesgos
Que tatuarse tiene riesgos es algo que debería valorar toda persona que decida pasar por el proceso. Ahora bien, una buena elección del profesional y del estudio puede minimizar de forma importante los riesgos.
Hoy en día los estudios o centros de tatuajes están muy controlados y quienes trabajan allí son auténticos profesionales que buscan dar el mejor servicio posible. Asimismo, están siempre al tanto de sus obligaciones sanitarias: usar una nueva aguja con cada cliente, usar sólo ciertos tipos de tintas, la forma de deshacerse de las agujas usadas, etc.
El cliente que se quiere tatuar suele tener muy en cuenta los aspectos relativos al diseño de su tatuaje, pero nunca debe olvidar que también debe prestar especial atención a la formación y experiencia del tatuador. Y asegurarse de si el centro de tatuajes cumple con las normas higiénicas y sanitarias más elementales.
Lo anterior puede parecer obvio, pero sigue habiendo personas que se ponen en manos de aficionados, que pueden tatuar mejor o peor, pero que no suelen aplicar las normas sanitarias que son esenciales en este arte. A ello hay que sumar que el centro de tatuaje también debe cumplir con una serie de requisitos para garantizar la seguridad de los usuarios.
Prestar atención a estos detalles es primordial y es la mejor garantía de que el proceso de tatuado será un éxito.
Los cuidados son esenciales
Muchas veces se elige a un buen profesional que trabaja en un estudio y cumple con todos los requisitos legales, pero el problema surge después, durante el proceso de curado.
En este sentido, es importante tener en cuenta que el tatuador es el experto en estos temas, por lo que siempre hay que seguir las indicaciones de cuidado dadas por el mismo. En caso de surgir cualquier duda se le debe consultar a él.
Pero con frecuencia las prisas por dejar de lado las cremas cicatrizantes o el ansia por lucir el nuevo tatuaje hacen que el proceso de curación se vea afectado y acaben apareciendo infecciones que pueden llegar a ser muy peligrosas.
Si esto ocurre no hay que aplicar remedios caseros, tampoco sirve de nada quedarse en casa lamentándose de lo que ha ocurrido y permitiendo que la infección vaya cada vez a más. Lo que se debe hacer es acudir inmediatamente al médico para que analice el estado de la herida y dé unas pautas adecuadas de cuidado.
En estos casos suele ser necesario aplicar una buena higiene de cuidado de la herida y además tomar antibióticos para poner fin a la infección.
Tatuajes y donación de médula, ¿son compatibles?
Cada vez son más las personas que deciden apuntarse en los bancos de donantes de médula. Esto hace surgir la duda sobre si se puede donar médula teniendo tatuajes.
Como en el caso de la donación de sangre, hay que decir que la regla general es que sí se puede donar, pero hay que esperar un determinado tiempo después de hacérselo. Las personas que deseen inscribirse como donantes de médula pueden hacerlo si han pasado más de cuatro meses desde que se hicieron el tatuaje.
Puede ocurrir que alguien esté inscrito en el registro de donantes de médula y decida hacerse después un tatuaje. Lo que ocurre en estos casos es que una vez pasados cuatro meses desde la realización del mismo, la donación se podrá hacer efectiva sin ningún problema si aparece algún enfermo que sea compatible.
Que el tatuaje no sea una excusa para no donar
Donar sangre es un acto de solidaridad que no lleva más de 10 o 20 minutos y que puede tener efectos muy positivos. Con cada bolsa de sangre se pueden salvar hasta tres vidas.
Pero además de para la persona que recibe la donación, esta extracción de sangre también es positiva para el donante:
– Obliga al cuerpo a regenerar la sangre extraída, reduciendo los niveles de grasa y azúcares en la misma.
– Es una buena forma de estar al corriente del estado de salud, puesto que antes de la extracción se toma la tensión, se comprueban los niveles de hemoglobina y se puede comprobar si se está libre de enfermedades infecciosas.
– Al reducirse el volumen de sangre en el cuerpo mejora el flujo sanguíneo, evitando la hipercoagulación.
– Ayuda a equilibrar los niveles de hierro. Por cada unidad de sangre donada se pierde un cuarto de gramo de hierro, algo muy positivo para aquellas personas que tienen un exceso de esta proteína. No hay que olvidar que el exceso de hierro es tan negativo para la salud como la falta del mismo.
– Donar sangre frecuentemente reduce el riesgo de padecer diabetes, puesto que hace que el cuerpo responda de mejor manera a la insulina que genera él mismo. Aunque todavía no está clara a nivel científico la relación que existe entre la extracción de sangre y la asimilación de la insulina por parte del cuerpo.
– Algunos estudios demuestran que en personas donantes la incidencia de los cánceres de pulmón, colon, hígado, garganta y estómago es menor.
Además de todo lo anterior, no hay que olvidar que donar sangre mejora el ánimo, al hacer a la persona consciente de que está ayudando a otras a salvar su vida. Esa sensación genera un bienestar que ayuda a reducir los niveles de estrés. Una actitud positiva ante la vida se refleja también a nivel de salud, mejorando incluso el funcionamiento de las células y los tejidos, fortaleciendo el sistema inmunológico.
Donar sangre produce tantos beneficios que realmente no tiene sentido dejar de hacerlo únicamente por haberse hecho un tatuaje. Basta con esperar hasta que pase un año desde que se acudió al estudio de tatuajes para poder volver a donar de nuevo con regularidad.
Si se acude a un buen profesional, el tatuaje se hace en un centro autorizado y el proceso de curación se desarrolla con normalidad, no debería haber ningún problema para que pasados 12 meses se pueda retomar la buena costumbre de donar.
Es importante recordar que los hospitales siempre necesitan sangre de diferentes tipos, por lo que todos los donantes son bienvenidos. Si alguien está pensando en hacerse un tatuaje sería interesante que valorará la opción de hacer una donación de sangre justo antes de pasar por el estudio del tatuador.